Oswaldo Arcadio Mejia

En Memoria de Oswaldo Arcadio Mejía Vásquez

Oswaldo Arcadio Mejía Vásquez, de 77 años, residente de Las Vegas, falleció pacíficamente en su hogar el 19 de octubre de 2025. Nació el 13 de enero de 1948 en Cajamarca, Perú, hijo de Alindor Mejía Alarcón y Lucila Vásquez Rojas. Oswaldo vivió una vida marcada por la bondad, la dedicación y una profunda serenidad. 

Oswaldo encontraba alegría en las cosas simples, especialmente en caminar. Siempre que tenía la oportunidad, salía a dar un paseo, ya fuera corto o largo, disfrutando del momento con tranquilidad. Tambien disfrutaba de la playa y cuidando de su jardin. Fue un orgulloso egresado del colegio y escuela técnica Nuestra Señora de Guadalupe, institución que amó profundamente y a la que asistió con disciplina ejemplar, sin faltar jamás a una clase. Oswaldo estudió tambien Topografia en Perú. 

En 1977, contrajo matrimonio con, Josefina Poma, en Lima, Perú. Su unión fue llena de cariño hasta el fallecimiento de Josefina el 2 de febrero de 2020. Oswaldo la recordó siempre con ternura y gratitud. 

Después de mudarse a Las Vegas en 2007, trabajó en el hotel Aria durante 15 años. Fue admirado por su puntualidad, compromiso y calidez humana. Sus compañeros y supervisores lo apreciaban profundamente. Antes de eso, trabajó casi 30 años en la compañia Textil Fijesa, en Perú, donde también fue muy querido por sus colegas y jefes.

 Oswaldo deja un legado de amor y dedicación. Le sobreviven sus hijas, Nancy Hines y Ana María Mejía; su nieto, Andrew Hines; sus hermanos, José Mejía y Teodoro Mejía; y sus hermanas, Elena Mejía, Irene Mejía, Floreliza Mejía y Julia Mejía.

El recuerdo de Oswaldo vivirá en los corazones de quienes lo conocieron. Su alma gentil, su ética de trabajo incansable y su amor por la familia serán siempre recordados con cariño. Que descanse en paz, rodeado del amor que sembró a lo largo de su vida. 

Con GratitudLa familia de Oswaldo Mejía desea expresar nuestro más sincero agradecimiento a todos quienes nos acompañaron en el servicio fúnebre. Su presencia y apoyo significan el mundo para nosotros. 

Estamos especialmente agradecidos con nuestras queridas amigas María Bangan, María Tril, la familia Rodríguez, sus sobrinos Marcial y Carito y con todos aquellos que cuidaron de Oswaldo con amor y constancia a lo largo de los años, especialmente a su querida familia Mejia, que siempre estaron pendientes de el, su bondad y generosidad jamás serán olvidadas.